Hay un día en la semana, por lo menos... a veces más... que son completamente mágicos... cada encuentro, cada mate compartido, cada mirada acertada, cada risa, cada sonrisa, cada lágrima, cada palabra, cada silencio... innumerables son las expresiones de las miradas del Flaco, en cada rostro, en cada gesto... esa mirada de ternura, de compasión, de vida, de AMOR, la del mismísimo Flaco, que más?...
Pensando en lo fascinante que voy descubriendo en ello, y los sentimientos que me va provocando... a veces me surge cierta "inquietud"... la de que la rutina "mate" ese amor por cada encuentro... no quiero nunca perder la capacidad de asombrarme de encontrar a Jesús en cada instante... por lo menos, no en cada uno de los segundos que componen los sábados... desde que bajo del colectivo que me lleva a aquel barrio alejado el centro... hasta el mismísimo segundo en el que me subo al colectivo de regreso a casa... donde la nostalgia me invade... algunos miedos me empiezan a provocar temblores que no puedo controlar... una recorrida por los rostros con los que compartí aquel día me colman por un momento de paz y me roban una imborrable sonrisa, que me ayuda a seguir un poquito más... alguno de mis sueños sienten que la llama (la que los mantiene vivos) arde con más fuerza, en cambio otros, sienten que les echan una baldazo de agua para apagar ese fuego que me quema tan desde adentro, pero por alguna razón las cenizas siguen ardiendo, y creo que cualquier viento puede avivarlos y animarlos...
Después pienso... "¿Porqué tiene que volverse rutinario?"... "¿Porqué perder esa magia?"... "¿Porqué no encontrar el Amor en cada segundo de mi vida?"... "¿Porqué no dejar de creer esa gran mentira de que la rutina es mala?"... La rutina es mala en la medida en que no descubrimos que cada segundo es único, y que no nos damos cuenta de que aquellas "miradas" que en los sábados parecieran mostrarse con mayor soltura... en la vida cotidiana... la de "todos los días" (como siempre me gusta decir)... están presentes, no se si con mayor o menor soltura, pero si con muchísima fuerza... "más o menos" que en los sábados, realmente no estoy segura... sólo se que el amor no puede medirse... y la mirada del Flaco es siempre la misma... la única que tiene... la del Amor más puro, más sincero... el Amor que te da fuerzas, que te ayuda a creer en vos mismo, que te hace crecer, que ríe con vos, que llora con vos, que sana... que LIBERA... el que me gustaría algún día poder imitar... (Todo un desafío!!!)...
Que bueno sería que cuando la misma vida, o mejor dicho, la sociedad y su cultura, no nos "permite" evitar que nos alcance la "rutina", ésta se convierta en una bendición, porque descubrimos las "sublimes miradas", de ya saben quien, en cada segundo de esa rutina... y si bien nunca es igual, sabemos que en cierta forma algunas de las situaciones, o personas, o lugares, se van a repetir... con lo que encontrar la magia puede resultar ser un poquitín más sencillo... porque tenemos algunos secretos de como mirarlos, porque ya los conocemos... o poder prestarle atención a algunos detalles que anteriormente se habían "escapado" a nuestro corazón...
Hace tiempo empecé a valorar más mi "Rutina"... me lo enseñaron, tal vez queriendo, tal vez sin querer... aquellos "Espejos de mi alma"... y hoy por hoy sigo intentando aprender...
domingo, 21 de octubre de 2007
"Rompiendo" con el aburrimiento de la rutina...
Publicado por Meli... a las 12:09 a. m.
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2 comentarios:
Hola meli!!!
Muy lindo tu texto, la verdad que esos encuentros con los chicos tienen mucho de especial y es sorprendente como uno no deja de asombrarse de ellos. Que bueno que seas un nexo entre ellos y "el flaco", como vos lo llamás.
Besos y sos bienvenida a pasar seguido por mi blog.
La primera vez que leí el post, me emocioné y me quedé sin palabras... Unos días después quise compartirte algo sobre el tema... pero vos lo expresaste de una manera que me volvió a llegar al corazón... y me sentí viviendo tu experiencia.
Hoy, luego de leerlo por tercera vez, sólo me queda agradecerte por hacerte presente en este espacio mágico que nos hace recordar que las búsquedas no terminan, que el Flaco siempre se hace presente... y que tenemos que aprender a dejarnos enamorar por las miradas...
Un abrazo. Seguí adelante!!!
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