viernes, 9 de noviembre de 2007

Enseñándome a Amar...

Hace unos días tuve una experiencia muy particular, con una personita que realmente no me lo esperaba... Un "Pitufo" de unos siete u ocho años, si bien ya tenía un lugarcito en mi corazón, se entrometió aún más profundo sin pedir permiso alguno...


Me agarro de sorpresa.... sabia que él estaba pasando un momento difícil... el mundo que lo rodea, "su Mundo" no es exactamente aquel que cualquier persona sueña para sus hijos... no siempre tienen un pedazo de pan en la mesa para compartir en familia... no estoy tan segura de que entienda el concepto de "Familia" de la misma manera que lo entiendo yo, como un sinónimo de "Hogar"... aunque probablemente me equivoque... A pesar de todo esto, su ser agresivo a veces, el no compartir con los demás un juego, un espacio... y la distancia que él mismo imponía entre nosotros, provocaba en mí, justamente eso, "distancia", una distancia que mostraba un camino inmenso entre él y yo, que yo sentía que no podía transitar, y descubrí que tampoco me animaba, tal vez por miedo a descubrir que no era capaz de acariciar su corazón...
De pronto,
trató de cambiar la actitud, compartir por fin, algo tan sencillo como un juego con quienes compartía parte de "su Mundo", y para mi sorpresa, le cerraron las puertas terriblemente... se alejó y se puso a llorar, (tratando de no hacerlo)... me acerqué... la angustia que me transmitió en ese momento es inexplicable... como si por un segundo hubiera tenido su corazoncito latiendo en mis manos y entendiendo absolutamente todo el dolor que lo atormentaba... sentí su corazoncito como si fuera el mío propio...
Una frase que leí al día siguiente me quedó resonando... "Ámame cuando menos lo merezca, ya que es cuando más lo necesito"... No creo que el amor se merezca o no... Podría decirse que es como un "Derecho" de cada persona... Pero creo que saben a que me refiero...